jueves, 1 de septiembre de 2011

La Mala Broma

Les Robo unos minutos de lectura :D

Olvidándome del mundo (que rara vez pasa) sin preocupación, en un momento de ocio en mi casa, todo parecía mudo.

Se sentía esa enorme tranquilidad que no puede dar una Tarde-noche cualquiera, esta era única pero era fugas y no quería pasarla de alto por nada. La Tarde noche que todo el tiempo es relajada, no había perdido su encanto. Es menos entardecida que la misma tarde pero tiene más toques matutinos que la misma mañana, combinados con estos rasgos nostálgicos de la noche que hacen sentir bien a mi ser. Simplemente era tarde-noche y el cielo lo explicaba mejor que nadie.

Eclipsado por un ruido fugaz me percate de que suena una vez el teléfono (que para aquel momento no era más que ser grotesco), corro hacia la habitación, cruzo la puerta, miro el teléfono y contesto la bocina. Nadie me contestaba la llamada.

Estaba en concentración hacia el teléfono, el cual ya había sonado antes pero solo una vez. En ese momento había un gran suspenso. Pasaba habladoramente en rolles por mi cabeza un pensamiento que:

-Pudo haber sido algo importante, pudo haber sido algo realmente grande, pudo haber sido un extraño equivocado, un familiar atolondrado o un amigo buscando razón. Pero yo necesito razón ahora, por favor anuncia tu llegada ya.

Pasado el gran escándalo dejo mi ansia e intento olvidarme del mundo.

No pasa más de un minuto y me percato del ruido del teléfono suena de inmediato, antaño sonido que con agallas entraba por mi oído y molestaba mi ser. (Solo quería paz) Con un tono impaciente y locomoción en mi cabeza alcanzando la bocina pronuncie la siguiente palabra:

-Hola?

Cuando solo logro escuchar lo que podría llamar una respuesta sencilla, una voz que por el momento ni me percate del tono de hablar de ese ser por quedarme agitado:

-Si, dime? respondió el.

En ese momento me cuestionaba una y otra vez si el sujeto quería intentar confundirme, cambiar el sentido de la llamada y alterar las barreras de mi pensamiento con una frase que no tenía que venir al asunto. En ese momento mi mente padecía en estado nulo cuando tuve que contestar de la manera más fugás que me pudo venir a la mente antes de que ese otro ser al otro lado de la llamada pudiera irse:

Contesté:
-Disculpe, la razón por la que usted ha realizado su llamada pudo haber sido por una razón burda o sin sentido, como la de obtener información mía al esperar ver lo que podría reaccionar a su comentario. También pudo haber sido algún intento de extorción telefónica e intenta abusar de mi atolondrado ser, o simplemente se ha equivocado de numero y al haber llamado antes a la persona que le había dejado una respuesta inconclusa, usted pudo haber marcado un número erróneamente y al proseguir con la plática que tuvo con esa dicha persona esperando una respuesta. O la razón laboral que usted trataba de venderme algo y estudia los efectos de la mente al querer hacerme una prueba al ver como reaccionaba al momento que usted intentó cambiar el sentido de la llamada a un sentido opuesto y fuera de la lógica de la comunicación, siendo usted el emisor de la llamada, quiso pasar a ser el receptor de esta, entonces el mensaje tendré que plantearlo yo al fin y al cabo lo cual no tendría sentido ya que y al no conocerlo no podre hacerlo, ya que yo no tengo ni la mas mínima idea de quién es usted y no podré hablar con usted por qué no conozco el sentido que usted le quería tomar a esta llamada. Le podría dar una información que tal vez usted no tenga ni más sentido de existencia de esta y podrá pensar que no tengo ni el más mínimo interés de la vida suya, lo cual no es así mi buen samaritano, tal vez usted solo quería cogenerar una plática con migo, me interesa su vida y la de todos los demás ya que todos tenemos que ser escuchados con claridad y comprensión. Así que le comenzaré a hablar. ¿Cómo ha estado?

En ese momento y en ese instante mi actitud atolondrada y torpe me dio un giro de regreso en mi mente al escuchar de nuevo una respuesta sencilla a mi pregunta pero ahora con un tono de voz un poco desinteresado al contrario de la primera vez que no me había percatado del sentido de su palabra:

-Adiós (y colgó la bocina)

La llamada había abusado de la existencia de mi Tarde-noche y solo era nada mas noche ahora, no pude olvidarme del mundo otra vez y me puse a hacer mis cosas hasta que me fuí a la cama. Aunque la noche ese día no era de por si mala, mi atolondrada mente daba vueltas a la deriva de aquella llamada, repetía una y otra vez esas palabras que dijo el telefonista. Solo cruzaba por mi mente aquellas dos frases que dijo y dejan mas de mil respuestas, pero solo una buscaba y preferiblemente tenía que ser la adecuada.

Instantes más pensando, rescató de la deriva a mi mente un pensamiento que pronuncie en voz alta:

-Mierda! solo era una maldita broma